Mitos de la alimentación
A través de los tiempos se han ido creando mitos en torno a la alimentación, los cuales a veces tienen una base real, pero a veces están más que equivocados.
Entre los mitos más comunes, podemos mencionar por ejemplo, el hecho de que se cree que los latinos tenemos la dieta equivocada. Según los estudios, de hecho los latinos comemos mejor que los estadounidenses, ya que en general tenemos economías que todavía se basan en la agricultura, y nuestra dieta incluye muchas veces en los productos de la tierra. Entonces ¿por qué engordamos y tenemos tan altos índices de cáncer gástrico? Eso se debe al exceso de grasa que consumimos, y todas las salsas que agregamos. Pero incluso se supone que la nutrición que se obtiene de comer arroz y frijoles todos los días es de las mejores que hay. Otra creencia que es nefasta tanto en sentido físico como emocional, es que se piensa que si un bebé es gordo, cuando sea adulto también lo será. Esto sucede en algunos casos, generalmente porque los padres también son gordos y tienen una alimentación no adecuada, por lo que su bebé comerá mal, y así tendrá malos hábitos cuando crezca y será gordo. Pero, no es que sea necesariamente así. Con respecto al colesterol la sabiduría popular dice muchas cosas, pero se ha demostrado que si bien los huevos producen colesterol, su total ausencia no es recomendable. Lo ideal es comer dos huevos por semana. Otro mito que se ha generalizado mucho, es pensar que todos los carbohidratos son dañinos, pero esto está muy lejos de ser verdad. Hay carbohidratos conocidos como complejos que son altamente necesarios para una sana y balanceada alimentación. Entre estos carbohidratos podemos mencionar los cereales, las frutas frescas y las secas, los jugos de frutas, las papas, el arroz silvestre, la pasta, la mayoría de los vegetales -siempre que sean crudos o cocidos al vapor- y panes de granos integrales. La grasa tampoco debe eliminarse por completo como normalmente se cree, pero por día se recomienda sólo una cucharada de aceite vegetal, una cucharada de margarina y una cucharada de mayonesa baja en calorías. Por otro lado, los lácteos son alimentos que aunque se cree que deben ser consumidos en altas cantidades para obtener mucho calcio y protegerse de la osteoporosis, no son aconsejables por su alto contenido en grasa y proteínas. Es mejor buscar otras fuentes de calcio y eliminar casi por completo los lácteos. Entre otras fuentes de calcio podemos mencionar los frijoles, la mayoría de los vegetales verdes excepto las espinacas, y cualquier tipo de pescado. En fin, la dieta ideal se supone que es la que incluye diariamente un 60% u 80% de carbohidratos complejos, entre un 10% y 15% de proteínas y de un 5% a un 15% de grasas. El grupo de proteínas ideal se compone de leche descremada, quesos bajos en grasa, requesón descremado, yogur descremado, aves, pescados, mariscos, carne de res magra, pato, cerdo y cordero, legumbres como las lentejas y los frijoles, las nueces y las semillas. Los alimentos que no deben comerse bajo ningún punto son el aceite de maní y la mantequilla de maní, así como la manteca. En fin, como puedes ver no todo lo que creíamos sano ni todo lo que creíamos nocivo lo es realmente, así que que ahora que sabes algunas verdades en cuestión de alimentación, sigue estas recomendaciones y verás como tu cuerpo lo agradecerá. ¿ Verdaderamente sana?
![]() La pirámide alimenticia recomienda comer carbohidratos complejos, por lo que uno piensa que al comer cereal está alimentandose sanamente. Esto es un error.
Por año, una persona promedio ingiere 90 kilos de cereal, pero sólo 5 kilos son pura fibra. Esto se debe a que la mayoría de los cereales son refinados, por lo que han perdido sus nutritivos gérmenes, el salvado, y los granos integrales ricos en fibra. El problema es que el pan que comemos, las pastas, y cualquier cereal que estamos acostumbrados a comer son refinados, de tal forma que no nos estamos haciendo ningún bien, pues este tipo de carbohidratos son para nuestro organismo equivalentes al azúcar. El comer cereales no refinados puede significar la diferencia entre adquirir enfermedades como las dolencias cardíacas, cáncer en el colon, diabetes, cáncer de seno. Por su parte, el cereal integral está hecho con base en trigo integral, el cual tiene salvado y gérmenes además de tener 4 veces más fibra que el trigo no integral, además de otros nutrientes tales como la vitamina E, que se encuentra veinte veces más en el integral. Estos nutrientes son capaces de protegernos contra las enfermedades antes mencionadas. Por ejemplo, los antioxidantes previenen contra el cáncer y las afecciones cardíacas. Los lignanos se vinculan a una menor incidencia del cáncer de seno, pues es un antecedente de los estrógenos (hormonas) en el cuerpo. De igual forma, los minerales como el zinc o el selenio estimulan el sistema inmunológico y ayudan a los antioxidantes en su labor. La fibra, que es tal vez el más importante de todos, estimula y regula la digestión, para que no se produzca estreñimiento, además de proteger contra el cáncer de colon, pues en el colon se convierte en un ácido graso. Por otro lado, la fibra de avena reduce el colesterol "malo". Por todas estas razones, es importante que nos decidamos y en lugar de pan blanco comamos pan integral, así como galletas integrales, pastas integrales, arroz integral. Hay que advertir que hay muchos productos engañosos que hacen creer que son integrales, ya sea por el color o por el hecho de decir enriquecido, pero estos productos son fabricados con harinas refinadas por lo que no son integrales. Cuando se vaya a comprar productos integrales, es importante asegurarse de que realmente los son. Para mayor seguridad, es recomendable adquirir estos productos en tiendas naturistas. |