Tendría que haber puesto recetas de helados hace algunas semanas pero os aseguro que con el calor que hace no me da tiempo de hacerles foto. Este es uno de mis preferidos a pesar de que ya he comentado muchas veces que lo mio no es lo dulce. Es muy cremoso y su sabor nos recuerda a las tradicionales natillas con galletas.
La heladera no es imprescindible, se puede hacer perfectamente sin ella, pero nos facilita el trabajo al no tener que estar pendiente de que no cristalice y sale mucho más cremosa.
¿Y que tal uno de natillas de chocolate?
Ingredientes:
- 400 ml de leche
- 100 ml de nata
- 1 palo canela
- La piel de un limón
- 1 cucharadita de azúcar vainillado
- 2 cucharadas de miel
- 2 yemas huevo
- 2 ó 3 cucharadas de azúcar (según nuestro gusto)
- 4 galletas maría
Elaboración:
En un cazo hervimos un vaso de leche con el azúcar, el palo de canela y la piel del limón. Dejamos templar.
Mezclamos el resto de la leche con las yemas batidas y lo unimos a la preparación anterior. Volvemos a batir bien y ponemos a calentar hasta que espese. Añadimos la miel. Esperamos a que se enfríe un poco y le unimos la nata que habremos semimontado y las galletas trituradas. Batimos con cuidado, vertemos en un recipiente y lo colocamos en el congelador unas dos horas. Pasado el tiempo volvemos a batir para evitar que cristalice. Nuevamente al congelador un par de horas más y el helado estará listo para comer.
Si disponemos de heladera la elaboración es mucho más sencilla puesto que no tendremos que estar pendiente del cristalizado.
